domingo, 29 de mayo de 2016

Palacio de los Duques de Alba, Abadía (Cáceres).

El palacio de los Duques de Alba está declarado desde el año 1931 Conjunto Histórico Artístico. En un principio, este palacio fue una fortaleza utilizada por los templarios que más tarde pasó a abadía de monjes cistercienses. El pueblo y el palacio pasaron a ser de la Casa de Alba en el S.XV, reconstruyendo el antiguo edificio y convirtiéndolo en palacio.
Palacio de los Duques de Alba, Cáceres.
Con la Casa de Alba llegó a tener una gran importancia como centro cultural y artístico, academia literaria de artistas flamencos e italianos, y al que, entre otros, asistieron Garcilaso de la Vega y Lope de Vega. Lo más destacable de la fortaleza es su patio de estilo mudéjar que se encuentra en un perfecto estado de conservación. La galería de abajo contiene arcos de herradura sostenidos sobre pilares con forma cuadrada a modo de base con remates piramidales con decoración escultórica.Los arcos del piso superior son escarzanos típicos del siglo XVI y tienen también escudos heráldicos de la Casa de Alba en las esquinas.El jardín lo construyó D. Fernando Álvarez de Toledo, con la intención de exaltar la fama del gran Duque de Alba y como símbolo de poder. El jardín era un sitio en el que se juntaban obras escultóricas, arquitectónicas, estucos y pinturas, con variadas especies vegetales, juegos y artefactos de agua, árboles, cenadores y fuentes monumentales. Hoy en día se encuentra muy estropeado y tan sólo se conservan algunas restos del increíble jardín.
Patio del Palacio de los Duques de Alba, Cáceres.


Bibliografías:
ANDRÉS ORDAX, S et alii: Cáceres, patrimonio de la humanidad. Madrid, 1986.
RUBIO ROJAS, A: Cáceres, patrimonio mundial. Cáceres, 1988.

jueves, 19 de mayo de 2016

Templete mudéjar del Monasterio de Guadalupe.

El Monasterio de Guadalupe es un monasterio  que se sitúa en la villa de Guadalupe (Cáceres, comarca de las Villuercas). Está considerado el monasterio más importante de Extremadura.  Su origen era, según la leyenda, en una pequeña ermita fundada por el pastor  Gil Cordero en el siglo XIII, cuando descubrió una antigua imagen de la Virgen que fue ocultada durante siglos anteriores por la invasión árabe.

Monasterio de Guadalupe.
El claustro mudéjar está situado al norte de la Iglesia. Tiene una planta cuadrada y un elevado de dos pisos: en el inferior encontramos grandes arcos  túmidos que están apoyados sobre pilares achatados. En el cuerpo alto observamos una orquestación parecida, aunque esta tiene un doble número de arcos, que al igual que los otros, son de herradura.


Templete mudéjar, Monasterio de Guadalupe.

En el claustro destaca un templete con planta cuadrada al exterior y planta hexagonal en el interior. Es de estilo mudéjar y fue construido  de yeso y ladrillo en el año 1450 por Fray Juan de Sevilla. Está situado en el centro del claustro. Un gran arco de medio punto en cada una de sus caras talla a su vez dos huecos con arcos de medio punto separados por una pequeña columnilla. Encima del templete encontramos un remate de forma piramidal de tres plantas realizado por mudéjares con los materiales de azulejos y ladrillo. En el interior del templete había una fuente  y en su base decía: Fray Juan de Sevilla 1450.

Templete Monasterio de Guadalupe.

Bibliografías:

MUÑIZ SÁNCHEZ, A: A Guadalupe por los caminos de Extremadura. Madrid, 1993.
MÉNDEZ - CABEZA FUENTES, M: Los caminos de Guadalupe y su Real Monasterio. Talavera de la Reina, 2003.

domingo, 8 de mayo de 2016

Fachada principal de la Iglesia parroquial de la Candelaria.

Data del año 1700 y está orientada hacia el oeste. Hay una escalinata de acceso a la iglesia parroquial desde la calle, puesto que está elevada con respecto a la calle. Dentro de esta fachada destaca la puerta, que es cuadrada. La ornamentación de esta puerta está formada por dos columnas a cada lado, que se asientan sobre una base. Sobre las columnas encontramos un dintel que está rematado por una cornisa, bien ornamentada donde encontramos a ambos lados la figura de dos apóstoles: San Pedro y San Pablo y en el centro se halla una hornacina cóncava, cuya parte superior tiene forma de concha, en la que está la imagen de una Virgen con el niño, que debe ser la de la Virgen de la Candelaria, que da nombre a este templo. Esta hornacina, a su vez, se encuentra entre dos columnas más pequeñas, y además, dicha cornisa tiene adornos en forma de espiral. Por último, rematando la cornisa y en general la puerta, hay una cruz cuya parte superior está rota. Teniendo en cuenta la fecha de la puerta principal y el estilo de las características descritas, su estilo es neoclásico (más equilibrado y sencillo que el Barroco). Por encima de dicha puerta hay un rosetón o ventana circular cuyo estilo arquitectónico debe pertenecer a la época de su primera construcción de mediados del siglo XVI, por tanto debe ser gótico tardío.

Fachada principal de la Iglesia de la Candelaria.

El resto de la fachada destacan dos partes: la central, donde se encuentra la puerta principal y sobre él el rosetón y a su derecha encontramos la torre. Entre la parte central y la torre destaca un contrafuerte de sillares y bloques de piedra de forma angular; en este contrafuerte encontramos un escudo de la casa ducal de los Suárez de Figueroa. En la esquina izquierda de la fachada principal presenta otro contrafuerte angular que sobresale con un escudo de armas en la parte de arriba que desconozco su simbología. La fachada principal actualmente presenta un poco de deterioro con algún pequeño desprendimiento y desgaste de la pared. La base de la torre está hecha de mampostería de conglomerado, y hay en ella dos ventanas a distintas alturas. Dicha base de la torre también tiene contrafuertes en las esquinas de piedra. Tanto la parte central como la base de la torre tienen un estilo arquitectónico que puede ser gótico tardío y es distinto al de la parte superior de la torre. La parte superior de la torre es de ladrillo y está formada por un campanario de dos plantas; cada una de las dos plantas del campanario tiene cuatro caras y a su vez dos grandes arcos, con lo cual sumarían un total de dieciséis arcos y rematando el campanario hay cuatro relojes, uno a cada lado y en la parte central, una cúpula redondeada con un remate. Por la información consultada, esta parte superior de la torre, data de fechas posteriores, ya que fue construida entre los siglos XVIII y XIX.

Puerta de la Iglesia de la Candelaria.


Bibliografías:
MARTÍNEZ SEVILLANO, E: Introducción a la historia postal de Zafra. Zafra, 2002.

CROCHE DE ACUÑA, F: Para andar por Zafra. Badajoz, 1982.

Ventana del antiguo ayuntamiento de Zafra.

La ventana del antiguo ayuntamiento de Zafra está enmarcada en piedra, tallada con adornos florales, jarrones e incluso aparecen dos rostros. El marco forma un pequeño ángulo en perspectiva. La base del marco es más ancha. Dentro del marco, en la parte superior, aparece la figura de un jarrón con flores, y al tratarse de Zafra puede ser un jarrón de azucenas, que es parte del escudo de Zafra y simboliza a la Virgen María. Por último, en la parte inferior hay una inscripción en latín donde pone que fue construido en el año 1750, como palacio de justicia, por orden de don Carlos González Llamazares y don Juan Echa Conde Alvar; la inscripción acaba con tres iniciales: F.C.V.

Ventana del antiguo ayuntamiento de Zafra.

El estilo de esta ventana parece más antiguo, gótico tardío, de finales del siglo XIV; esto se deduce de la placa que aparece en la fachada del antiguo ayuntamiento, donde pone que es desde el siglo XIV. En cambio, el resto del ayuntamiento, por la otra fecha de la placa (1750), cuando se convirtió en palacio de justicia, es neoclásico.

Antiguo ayuntamiento de Zafra.


Bibliografías:
CROCHE DE ACUÑA, F y DÍEZ GONZÁLEZ, F: Zafra. Madrid, 1986.
PIZARRO GÓMEZ, F.J: Zafra, arte y ciudad de señorío. Mérida, 1987.



sábado, 7 de mayo de 2016

El atrio de la Iglesia de Santa Clara, Zafra.


El atrio es una especie de gran soportal sostenido por cinco columnas de una altura que mide al menos 8 metros. 
Atrio de la Iglesia de Santa Clara.

En dicho atrio llama la atención la exposición de una serie de ocho lápidas, algunas con inscripciones de difícil transcripción, muchas de ellas escritas en castellano. A ambos lados de la puerta del monasterio hay dos bancos (más grande el de su izquierda) adosados a la pared. Los dinteles de la portada del monasterio son de piedra que parecen de mármol. Es una puerta de grandes dimensiones que puede medir unos cuatro metros de alto y más de dos metros de ancho. Sobre el dintel situado arriba de la puerta hay dos pináculos en cada extremo que sirven de adorno y entre estos dos pináculos, en el centro del dintel, hay una especie de hornacina con una imagen pequeñita de una virgen con un niño en brazos. Esta virgen es la Virgen de Santa María del Valle, patrona del originario monasterio. Esta puerta constituye el pórtico de la iglesia, es de estilo clasicista y sustituyó al original en 1628. 

Lápidas con inscripciones.

El monasterio se fundó en el año 1428 por el primer señor de Feria llamado Don Gómes I Suárez de Figueroa y su esposa Elvira Laso de Mendoza, para satisfacer la vocación religiosa de sus hijas, primeras abadesas del convento. El pórtico es de estilo clasicista y sustituyó al original en 1628.

Atrio de Santa Clara.

Bibliografías:
PRIETO GALLEGO, J: Cáceres. Madrid, 2005.
GONZÁLEZ MENA, M.A: Museo de Cáceres. Cáceres, 1976.

El aljibe de la Casa de las Veletas.

El aljibe de la Casa de las Veletas se encuentra en el Museo de Cáceres, en el centro de la casa, bajo el patio cuyo suelo pasa el agua de los ríos que alimenta el depósito. Es uno de los ḿás grandes y de los mejores  conservados de toda la Península Ibérica. También, es el único resto del castillo de Cáceres (de la época Omeya) construido inicialmente sin bóvedas y con mucha decoración en los arcos. Posiblemente anteriormente fue una mezquita, pero una gran obra en la segunda mitad del siglo XII la convirtió en aljibe. 
Aljibe de la Casa de las Veletas, Cáceres.

Es de planta rectangular, exactamente de 13.50 x 9,90 m. y 137 m2 de superficie. Se cubre de cinco bóvedas de cañón de ladrillo cuyos soportes están apoyados en dieciséis arcos de herradura y doce columnas monolíticas de granito reutilizadas, con muros testeros cerrando los lados Oeste y Este. Estos muros, cuya anchura tiene más de un metro, están hechos de mampostería y argamasa, sin embargo, las bóvedas de ladrillo, las columnas de piedra y los arcos, son de piedra. Las columnas toscanas, hechas de granito, muestran capitel y base sencilla. Su procedencia es romana y se sustituyen en ocasiones por pilares de rodillo. Los lienzos sureste y noreste fueron reconstruidos y se alzaron las bóvedas que a día de hoy cubren las cinco naves del edificio. Desde que la mezquita se convirtió en aljibe, la decoración comenzó a degenerarse de una forma imparable hasta hoy en día que ha dejado sus restos irreconocibles. Después de muchos años de abandono vuelve a funcionar como aljibe, usándolo para proporcionar agua a la población a finales del siglo XV. Lorenzo Ulloa, dueño de la antigua casa bajo la que se encuentra el aljibe, lo convierte en un palacio civil dando lugar a la Casa de las Veletas, entre los siglos XVI y XVIII.  En la esquina norte del aljibe fue construida una pequeña estancia apartada para separar el agua accesible a la población de la exclusiva de los residentes de la casa. 
El aljibe de la Casa de las Veletas.

Tras el “redescubrimiento” del aljibe por José Ramón Mélida en el año 1914, después de un largo periodo de abandono, el aljibe se sometió a distintas reformas y reparaciones durante la primera mitad del siglo XX. Las reformas son más de carácter estético que estructural, aunque las reformas llevan paradas mucho tiempo. Son evidentes los problemas de conservación del aljibe: padece problemas en la estructura y necesita una intervención inmediata y muchos daños más como el avanzado deterioro del enyesado.
Aljibe del Museo de Cáceres.


Bibliografías:
MÉLIDA, J.R: Provincia de Cáceres. Madrid, 1924.

GONZÁLEZ, J et alii: Extremadura. Madrid, 1979.

viernes, 6 de mayo de 2016

La Torre de Espantaperros.

La Torre de  Espantaperros fue construida en el año 1170 por los almohades, en concreto por el Califa Abu Yaqub Yusuf (1135 - 1184). Se sitúa en la ciudad extremeña de Badajoz.

Torre de Espantaperros, Badajoz.

La altura mide alrededor de 20 metros y su planta es octogonal. Está dividida en tres cuerpos: el inferior macizo, uno central hueco que tiene dos pisos y un mirador almenado. El primer piso se comunica con el camino situado en la parte alta de las murallas mediante un lienzo de muralla protegido por dos pequeñas torres. Todos los pisos tienen la misma decoración. Se compone de una pequeña sala cuadrada con bóveda vaída; el espacio de alrededor está dividido en tramos triangulares y rectangulares recubiertos con bóvedas de arista. Los muros situados en el interior tienen arcos ciegos y varios tienen aspilleras. La unión entre los pisos se realiza a través de una escalera que recorre un hueco en la bóveda. El mirador está marcado hacia el exterior mediante una imposta de ladrillos, formando listeles paralelos, típicos de las construcciones almohades. Este mirador se encontraba en comunicación visual directa con el resto de torres que construyeron los musulmanes alrededor de la ciudad. En el siglo XVI fue añadido un cuerpo de ladrillo que sobresale del mirador, con planta en forma cuadrada y con 8’5 metros de altura. Este cuerpo tiene dos tipos de arcos, los inferiores son semicirculares y los superiores lobulados.

Vista de la parte antigua de la ciudad de Badajoz, donde se encuentra la torre.

La Torre de Espantaperros recuerda a la Torre del Oro de Sevilla, que es de mayores dimensiones que la pacense, sin embargo, la Torre de Espantaperros de Badajoz se construyó 50 años antes que la sevillana.

Torre adosada a la muralla.

Bibliografías:
LOZANO, M: Castillos extremeños. Badajoz, 1988.
SUÁREZ CABALLERO, F y PÉREZ AGUILAR, B: Extremadura y sus símbolos parlantes. Badajoz, 1999.

lunes, 2 de mayo de 2016

La alcazaba de Benquerencia de la Serena.

Benquerencia de la Serena es un pueblo muy cercano a Castuera que se encuentra en la comarca de la Serena. En este pueblo se encuentra una alcazaba construida por los musulmanes en el año 850.
Fue reconquistada en el año 1236 por Fernando III con la ayuda de la Orden de Alcántara dentro de la campaña de la conquista de Córdoba. Uno de los primeros objetivos al comienzo de la reconquista cristiana era poblar la zona, ya que seguía viendo una gran cantidad de población árabe. Durante la Edad Media, esta alcazaba tenía un carácter fundamentalmente defensivo. Se estableció su demarcación a mediados del siglo XIII limitando su término al norte con el río Guadiana, al oeste con Magacela y al este a una legua del Castillo de Almorchón. Desde el siglo XIII hasta finales del siglo XV tuvo algunas reformas y su estado de conservación era bueno.

Alcazaba de Benquerencia de la Serena.

En época musulmana estaba construido con adobe sobre todo, a partir de la reconquista cristiana se reforzó con murallas de mampostería y tapiales. El castillo según escritos de la Orden de Alcántara tenía unas buenas dimensiones. El emplazamiento del castillo aprovechaba lo escarpado y rocoso de la orografía de la sierra, siendo de muy difícil acceso. Constaba de una doble muralla: la principal que era más alta en la parte este y sur, siendo más baja hacia el oeste. Incluso se recoge que tenía una torre del homenaje al este  y otras torres con nombre como la de los enamorados, la de Montánchez o la del águila. Había una barbacana o segunda muralla más baja  en la parte más exterior.
Dentro de la alcazaba había un aljibe del que apenas existen restos. También había otras dependencias como la casa del alcaide que más o menos se mantuvo hasta principios del siglo XVI. Ya a principios del siglo XVI empieza a registrarse su decadencia por el número de vecinos del que constaba la villa: 90, número inferior al de otras poblaciones de la comarca. A partir del siglo XVII su estado no quiere ser ruinoso y de abandono.
En la alcazaba se realizaron muchas reformas hasta finales del siglo XVII y modificaron la antigua estructura de la fortificación con reformas con la intención de convertirla en casas para vivir. Todavía hoy se perciben los materiales constructivos de la época musulmana; estaba hecha de adobe aunque posteriormente se reforzó con sillares después de la reconquista, cuando pasó a manos cristianas. Ya por ejemplo a finales del siglo XVII, en 1791 en un informe de la Real Audiencia de Extremadura se dice que es simplemente “un castillo ruinoso de en tiempos de moros”.

Castillo de Benquerencia.

Actualmente la alcazaba está casi destruida, tan solo se conservan algunos muros y torres. No obstante,  hoy en día se puede ver el medio ambiente del lugar y su fácil protección por lo dificultoso que es subir a lo alto de la sierra en donde se encuentra. También,  muestra muchos materiales, épocas, autores, defensas, reparaciones y parcheos, dados de la vida militar del monumento.
A causa de su posición estratégica, durante la Guerra Civil fue construida en el ala norte un nido de ametralladoras de observación de militares que hoy en día se conserva.

Hueco en la muralla del castillo que refleja su estado ruinoso.



Bibliografías: 

NAVAREÑO MATEOS, A: Castillos y fortificaciones en Extremadura. Mérida, 1985.
  • MALPICA CUELLO, A: Los castillos en al-Andalus y la organización del territorio. Badajoz, 2003